Particularidades en las compraventas de empresas en dificultades: Distress M&A
Black Circle - Kazimir Malevich |
En las compraventas de empresas en dificultades económicas, esto es,
las llamadas operaciones de Distress M&A, existen varias particularidades
respecto de las operaciones de M&A ordinarias, si bien, se siguen las
mismas directrices.
En las operaciones de Distress M&A podemos distinguir tres
subclases, según la fase en la que se halle la compañía target: (i) fase de
dificultades fuera de situación concursal, (ii) fase preconcursal y (iii) fase
concursal.
Con independencia de en qué situación se halle la compañía, hay que
tener en cuenta que en toda operación de Distress M&A las tensiones personales
son más agravadas que en las operaciones ordinarias, pues tanto directivos como
empleados, acreedores y proveedores ya se encuentran en una posición más
defensiva de lo habitual. Por ello, las llamadas soft skills de los distintos
asesores tienen mayor peso.
Si la compañía target no se halla en situación concursal, ésta aún
tiene margen para actuar sin el control de la administración concursal y del
juez, que sí se da en fase concursal. A pesar de ello, debido a las acciones de
rescisión concursal, toda operación previa a un posible posterior concurso, se
encuentra en riesgo de ser anulada. Por ello, en la entrada “Medidas
preventivas a la rescisión de adquisiciones de empresas en distress” destacamos
algunas prevenciones a tener en cuenta, como realizar las operaciones a precio
de mercado o vincular el uso de los pagos realizados a la liquidación de la
deuda de la sociedad.
Por otro lado, en las operaciones de Distress M&A la forma de
valoración de la empresa también se puede ver afectada, debido a que formas de
valoración basadas en el resultado de la compañía, como por ejemplo por
multiplicadores del Ebitda pueden resultar en valoraciones negativas.
Si la adquisición de la empresa se plantea cuando la compañía ya está
en concurso, su transmisión estará controlada por el juez y la administración
concursal. En estos casos, el contrato de compraventa de la compañía suele incluir
muchas menos responsabilidades del vendedor y, en relación con las
representaciones y garantías, casi nunca se incluyen por oposición de la
administración concursal.
Finalmente, cabe destacar que en las compraventas de empresa en fase
concursal se suele tender más a la adquisición de activos en forma de unidad
productiva, en contraposición con las operaciones de M&A ordinarias, donde
la adquisición de participaciones o acciones es mucho más habitual. Respecto a
la adquisición de unidades productivas en concursos de acreedores se puede ver esta
entrada.
Comentarios
Publicar un comentario