Criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) e inversiones socialmente responsables (ISR)
Interior a l'aire lliure - Ramon Casas |
Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG)
son un conjunto de reglas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales,
incluyendo tanto criterios positivos sobre qué tipo de activos y proyectos son
válidos para invertir en ellos, por su carácter positivo más allá de los
criterios financieros, así como criterios negativos sobre qué tipo de activos y
proyectos no son válidos para invertir en ellos.
Tal y como indica si propio nombre los ASG se componen de criterios
divididos por tres materias, que la SPAINSIF las identifica del siguiente modo:
Los ambientales, que concierne a cualquier actividad de la compañía
que afecte de forma positiva o negativa al medio ambiente y, en particular:
emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables, eficiencia
energética, agotamiento de recursos y contaminación química.
Los sociales, que concierne las cuestiones sociales relacionados con
la comunidad y, en particular: salud, educación, derechos humanos, derechos de
los trabajadores y prácticas comerciales controvertidas.
Las de gobierno corporativo, que concierne las cuestiones de calidad
de la gestión, la cultura y el perfil de riesgo de la empresa y, en particular:
rendición de cuentas, órganos de gobierno, transparencia y lobby.
Los criterios ASG se nutren de: normas de obligado cumplimiento,
principios normativos no vinculantes directamente, y de criterios autoimpuestos
por la entidad que los aprueba. Además, las entidades también pueden unirse a
asociaciones y otras formas asociativas para acordar criterios ASG, ejemplo de
ello son la asociación SPAINSIF y la asociación INVERCO. Por lo tanto, los
criterios ASG se hallan en continua evolución y cada vez se nutren de más
normativa.
Cuando estos criterios se utilizan por parte de entidades dedicadas a
la inversión, como entidades de capital riesgo o instituciones de inversión
colectiva, estas inversiones se califican de inversiones socialmente
responsables (ISR).
Como ejemplo de criterios ASG para ISR se puede ver la Circular sobre la
aplicación de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en
la política de inversión de las instituciones de inversión colectiva (IIC),
aprobada por la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de
Pensiones (INVERCO).
La ausencia de una norma que contenga el conjunto de criterios ASG a
seguir, para que una inversión se considere ISR, se debe a la necesidad de
adaptar los criterios ASG a cada tipo de empresa e inversión. Si bien,
inicialmente esto provoca que las empresas no tengan una obligación inmediata
de adaptación a unos estándares concretos, con el paso del tiempo el conjunto
de normas imperativas y autoimpuestas (por ejemplo vía asociaciones), crea un
sistema que excluye del mercado a quienes no cumplan unos criterios ASG. Por
ejemplo, a medida que cada vez más fondos de inversión se imponen no invertir
en empresas u otros fondos sin criterios ASG, estos últimos se ven cada vez más
forzados a aprobar sus propios ASG o adherirse al de alguna entidad de tipo
asociativo o de fomento.
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