Los estándares de información no financiera de la Global Reporting Initiative (GRI)
The big studio - Ary Johannes Lamme |
La Global Reporting Initiative, conocida como GRI, es una organización
internacional independiente, cuyo objetivo es promover la inclusión de
criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la información de
las compañías (conocido como sustainability
reporting), de tal modo que se promueva una economía más sostenible. Esta
organización está compuesta por varios órganos y colabora con otras organizaciones
y gobiernos para la consecución de sus fines, entre las cuales hay las Naciones
Unidas y, en concreto, la United Nations Environment Programme (UNEP).
El trabajo más relevante de la GRI es la elaboración y publicación de
los Estándares GRI (GRI Standards),
que son un conjunto de reglas sobre cómo incorporar información referida a
aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la información y
contabilidad de las compañías. Estos criterios GRI son de acceso gratuito.
Además de este trabajo, la organización también presta soporte a las compañías
para incluir estos criterios, promueve la aprobación de normas para mejorar la
sostenibilidad y elabora estudios, entre otras actividades.
Los criterios GRI se dividen en 37 tipos de estándares separados por
clases y un último referido a la terminología, de modo que cada compañía pueda
identificar cuáles seguir en su caso. Los estándares más generales son el 101 foundation, el 102 general disclosures y el 103 management
approach. El resto de estándars se dividen en tres clases, esto es: 201 a
207, sobre aspectos económicos, 301 a 308, sobre aspectos ambientales, y 401 a
419, sobre aspectos sociales. Cada compañía puede elegir si quiere reforzar más
una clase de información u otra, así como qué criterios dentro de cada uno de
los múltiples estándares aprobados.
Gracias al pronto inicio de la GRI, que se remonta al año 1998 y a la
gran cantidad y detalle de criterios publicados para informar sobre aspectos no
financieros de las compañías, estas reglas son uno de los principales recursos existentes
para la definición de los criterios ambientales, sociales y de gobierno
corporativo (criterios ASG) de las empresas y, en consecuencia, de la
delimitación del concepto de inversiones socialmente responsables (ISR).
Este tipo de iniciativas se enmarca en las políticas que se están
implementando a nivel mundial, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) y la Agenda 2030.
Si bien el contenido de los criterios GRI es de seguimiento
voluntario, en tanto organización no gubernamental, en los últimos años los
Estados han ido aprobando reformas legislativas que también buscan mejorar la
información no financiera de las empresas, en este caso siendo sí obligatorias.
Un ejemplo de ello es la Directiva 2014/95/UE, sobre divulgación de información
no financiera y diversidad. Esta Directiva fue transpuesta en el ordenamiento
español mediante el Real Decreto-Ley 18/2017. En relación con esta Directiva,
España se limitó a transponer de forma prácticamente literal el texto de la
Directiva, pero otros Estados miembro aprovecharon para ir más allá. En
consecuencia, las compañías que deseen ser más transparentes y tratar con más
detalle los criterios ASG, pueden utilizar recursos como los GRI.
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