Funcionamiento de una ronda de inversión en venture capital
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Las llamadas rondas de inversión, sirven para financiar a compañías
dando entrada a inversores en su capital social. En los últimos años ha
devenido un procedimiento básico en el sector del venture capital y el
desarrollo de las start-ups.
Una ronda de inversión es, básicamente, un aumento de capital social.
La particularidad de estos aumentos de capital es que vienen acompañados de un
pacto de socios y de un acuerdo de inversión. Ambos documentos mucho más
complejos que el simple acuerdo social de ampliar el capital social.
La ronda de inversión se inicia con la búsqueda de inversores y para
encontrarlos, hay que tener preparada la documentación que sirve para “vender”
la compañía a los inversores potenciales y tener pensada tanto una valoración
aproximada de la compañía como el importe total mínimo y máximo que se desea
captar en la ronda.
Esta valoración es la llamada “pre-money valuation” y se corresponde
con el valor total asignado a la compañía antes de ejecutar el aumento de
capital. Si esta valoración pre-money asciende a 100 y se ejecuta una ronda de
inversión en el que la sociedad recibe 100 de un nuevo inversor, este nuevo
socio tendrá el 50% del capital social resultante, con una valoración
post-money de 200.
Sin embargo, en la práctica estas operaciones son más complejas,
debido a distintos instrumentos que el venture capital ha ido creando en el
sector de las start-ups y capital riesgo. Por ejemplo, es muy habitual que
existan acuerdos con empleados, directivos, socios o terceros, en virtud de los
cuales haya derechos económicos que afecten el capital social, o que den
derecho a adquirir parte del capital social (como serían las phantom shares o
las stock option, pero también los préstamos participativos convertibles, muy
habituales en start-ups).
En consecuencia, a la hora de negociar los porcentajes de la empresa
(en concreto el número de participaciones o acciones a recibir pro el inversor),
hay que tener en cuenta también el concepto de “fully diluted capitalization”. Por
lo tanto, el inversor a la hora de pedir cuántas participaciones recibir, en sus
cálculos no sólo tomará en cuenta el número de participaciones sociales
existentes, también sumará los derechos económicos que puedan convertirse en
capital social. De este modo, quien se diluye cuando se capitalizan estos
derechos son los socios existentes antes de ejecutar la ronda de inversión. Si,
en cambio, el inversor acepta no tomar en cuenta estos derechos, la dilución
afectará a todos los socios y también al inversor. Es decir, en el primer caso
el inversor que invertía 100, antes de capitalizar los derechos tendría más del
50% y pasaría a tener el 50% exacto con la capitalización; mientras que en el
segundo caso tendría el 50% tras ejecutar la ronda de inversión, pero menos del
50% al capitalizarse los derechos económicos existentes (phantom shares, stock
options, préstamos convertibles).
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