Habemus Papam, sobre la elección del Papa


Continuando con la entrada "La renuncia de un Papa, Benedicto XVI", pasamos a ver el procedimiento de elección del Sumo Pontífice.

El procedimiento de elección del Papa se encuentra en el Universi Dominici GregisSobre la vacante de la sede apostólica y la elección del Romano Pontífice”. La aprobación de esta Constitución Apostólica viene de Juan Pablo II (el 1996), que actualizó el texto vigente hasta esa fecha. Recordemos que el actual Código de Derecho Canónico también fue renovado por este Papa.
Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano
La elección se realiza con el voto de los Cardenales de la Santa Iglesia Romana, con excepción de los mayores de 80 años que no tienen voto en este asunto. Es decir, los Cardenales que tendrían derecho a voto pero han superado los 80 años antes del día de la muerte del Sumo Pontífice o del día en el cual la Sede Apostólica quede vacante. El número máximo de votantes es de 120 Cardenales. Cada Cardenal tiene derecho a un voto, que se escribe en los papeles que después sirven para la fumata.

A diferencia de lo ocurrido para poder elegir, el sujeto pasivo no tiene que cumplir unos requisitos especiales, por ejemplo ser Cardenal, aunque a la práctica siempre lo sean. Por lo tanto, cualquier hombre con pleno uso de la razón (persona capacitada) puede ser Papa. En caso que se elija un Papa que no sea Obispo (poco probable), pero haya recibido la ordenación episcopal será inmediatamente Obispo. En cambio,  si el próximo Sumo Pontífice no tiene carácter episcopal, debe ser ordenado Obispo.

El lugar de elección se conoce (y se regula) como el Cónclave y se caracteriza por tener varias normas dirigidas a proteger su completo aislamiento del exterior. El art. 41 del Universi Dominici Gregis sirve para hacerse una idea general de este concepto: “El Cónclave para la elección del Sumo Pontífice se desarrollará dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en lugares y edificios determinados, cerrados a los extraños, de modo que se garantice una conveniente acomodación y permanencia de los Cardenales electores y de quienes, por título legítimo, están llamados a colaborar al normal desarrollo de la elección misma”.  Este aislamiento del Cónclave se ve compensado con la “fumata negra” y la “fumata blanca”, pues permite conocer rápidamente desde el exterior el momento en que se ha elegido el nuevo Pontífice.

Es importante tener en cuenta que el proceso tiene varios pasos, no sólo se trata de una reunión. Este procedimiento empieza con la Misa Votiva (Pro Eligendo Papa), es decir la misa de elección del Papa.

Para ver el procedimiento de forma detallada: Link.

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