Cláusula de rescate o enriquecimiento injusto o de mejor fortuna en pactos de socios

The Sea of Ice - Caspar David Friedrich
La llamada cláusula de rescate o enriquecimiento injusto o mejor fortuna en un pacto de socios, se suele utilizar cuando un nuevo socio adquiere parte del capital social de una compañía o al pactar un pacto de socios, sin que haya habido entrada de un nuevo socio. La entrada del nuevo socio puede ser vía compraventa de acciones o participaciones, o vía aumento de capital social, adjudicando las nuevas acciones o participaciones al socio entrante.

La finalidad de la cláusula de rescate o enriquecimiento injusto puede ser, en primer lugar, que el socio entrante se desprenda de forma inmediata o muy reciente a su entrada de las acciones o participaciones sociales adquiridas, a un precio superior o muy superior al de adquisición, o que poco después de transmitir sus acciones o participaciones sociales uno de los socios, otro después se desprenda de ellas a un precio superior. Imaginemos que uno de los socios le esconde a otro que un tercero está interesado en adquirir un porcentaje mayoritario de la sociedad y, en vistas de ello, le compra al socio desinformado sus acciones o participaciones sociales.

Una tercera finalidad que puede satisfacer este tipo de cláusulas es proteger al socio inversor una vez desinvierte en la sociedad, asegurándose que el comprador le compense con un porcentaje adicional en caso de que este adquirente desinvierta en un período de tiempo corto (normalmente 3, 6 o 12 meses, pero no más).

La aplicación de la cláusula de rescate se puede limitar sólo a las transmisiones entre socios tras la entrada del nuevo socio, a las transmisiones a favor de terceros, o a ambos casos.

Una medida de moderar la aplicación de la cláusula a las circunstancias existentes en cada momento, es que según haya transcurrido más o menos tiempo entre la fecha de entrada del nuevo socio y la fecha de transmisión posterior, la compensación entre socio transmitente y adquirente sea un porcentaje mayor o menor. En este sentido, durante los primeros días o semanas la compensación podría ser de un 90% o un 100% del diferencial y, en cambio, transcurridos por ejemplo 3 meses de un 50% y tras 12 años dejar de aplicar la cláusula.

Este tipo de cláusulas puede ser muy relevante cuando un socio tiene que transmitir sus acciones o participaciones sociales a otro socio, con la finalidad de desatomizar el reparto del capital social. Recordemos, como vimos en “Sindicación de voto por entrada de inversores en una compañía”, que la entrada de inversores requiere que la sociedad no tenga demasiados grupos de socios contrapuestos, debido a que ello complica la gestión de la sociedad.

Finalmente, vale la pena destacar que la cláusula de enriquecimiento injusto, en el sentido expuesto, no tiene relación alguna con la acción de enriquecimiento injusto.

Tampoco hay que confundir la cláusula comentada con el derecho de rescate u opción de compra pactados a veces para los casos de cambio de control.

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