Exceso de abogados, falta de medios y aumento de tasas; o como preparar una buena receta contra la dignidad del abogado


En España hay unos 2,6 abogados por cada 1.000 habitantes, esto significa que porcentualmente es uno de los Estados con más abogados de la UE. Para que esta profesión sea de calidad requiere una formación de larga duración, lo que justamente en España no hay, si bien es cierto que ahora entrará en vigor la Ley de Acceso a la Abogacía. Debemos tener en cuenta que en otros Estados europeos los años de preparación llegan a doblar la española.

Otro problema es que el exceso de abogados provoca la disminución de precios, esto reduce la calidad del servicio y el aumento de la precariedad laboral. A día de hoy algunos servicios son más parecidos a una producción en cadena que a un trabajo técnico y profesional. Existen grandes despachos y gestorías que han decidido aumentar o mantener beneficios a costa de realizar un número mayor de ventas a márgenes muy bajos. Esto también produce pérdidas en las cuentas de la competencia, por no decir en la abogacía.

El mercado típicamente segmentado en tres o más niveles de calidad pasa a sólo dos. Algunas de las medidas políticas perjudican aún más esta situación.

El aumento de tasas puede suponer una reducción de beneficios en un sector ya marcado por el estancamiento. El gobierno piensa que aumentando tasas puede ayudar a reducir el colapso judicial y reducir el déficit público, pero el coste para el sector puede ser más alto que lo recaudado. Además, otra medida que baraja el gobierno para la reducción del colapso judicial es que los abogados trabajen también en agosto. Sí, los abogados son profesionales liberales y trabajan cuando hace falta, el problema es que los funcionarios no van a trabajar más de lo que toca, lo que harán será repartirse las horas.

La consecuencia provocada por un mes de agosto hábil en materias civiles y mercantiles, sería que los funcionarios se repartirían las vacaciones sin aumento de los trabajadores activos, mientras que los abogados pasarían a trabajar más. Pero eso no es todo, otra consecuencia sería un funcionamiento aún más lento de la administración pública por la falta de medios.

Comentarios