Valoración y precio de empresas en operaciones de M&A
The armenian convent, venice - William Cooke |
En operaciones
de adquisición de empresas (M&A) hay que diferenciar entre la valoración
económica de la compañía a adquirir (target) y el precio que está dispuesto a
pagar la compradora (bidder).
Siendo cierto
que la valoración de la compañía puede variar mucho según el método de cálculo
utilizado y cómo se hayan realizado las distintas due diligence (económica,
legal, etc.), la cifra resultante de la valoración es teóricamente igual sea
cual sea la bidder.
Por oposición
a la valoración, el precio a pagar
por la compañía puede variar mucho según cada ofertante. Es decir, la
valoración se vincula al objeto y el precio tanto al objeto como al sujeto. En
este sentido, es importante tener en cuenta que el precio a pagar no depende
tanto (o no debería) de la capacidad económica de la compradora como del
provecho económico que pueda sacar de la adquisición; en especial, de la
llamada sinergía resultante de la compraventa. Es decir, el precio que estará
dispuesto a pagar la ofertante será superior al valor de la compañía,
probablemente con una prima de control, y dicho mayor valor (precio) sobre la
cifra de la valoración, será mayor o menor según las sinergias que la
integración entre compradora y adquirida puedan provocar (entre otras
variables).
Otro hecho
relevante que no debe escaparnos es que a veces el provecho no es tanto sacar
un beneficio como evitar una pérdida. Es decir, una compañía puede adquirir
otra que no le supone un beneficio directo pero sí una no pérdida mucho mayor
que un beneficio directo de otra interesada en la compra.
La diferencia
entre valor y precio se debe a la siguiente fórmula:
PC = V + P + C0
+ CF
Donde:
- PC es el precio de compra
- V es el valor de la compañía antes de la adquisición (valor pre-money)
- P es la prima o prima de control
- C0 (costes iniciales) son los costes de la operación (asesores financieros, legales, notaría, tasas, intereses de la financiación, etc.)
- CF (costes finales) son los costes de la integración.
Como se puede
ver con la fórmula, el valor de la compañía es sólo una variable para calcular
el precio total a pagar por la compañía. El método de valoración no es objetivo
al 100% pero debe tender a ello y no depende de quien compre. Sin embargo, la
prima dependerá de cada sector (cuanto más competencia hay entre ofertantes en
operaciones de M&A en un sector mayor es la prima) y del provecho económico
que pueda sacarle la compradora de la integración de la vendedora. Es decir, unas
empresas tendrán más sinergias y otras menos y, por lo tanto la prima será
mayor o menor según cada ofertante. Esto provoca que las contraofertas entre
competidores para adquirir una compañía acaben cuando una de ellas incrementa el
precio en medida que la prima pasa a ser demasiado alta para compensarse con provechos
futuros. Valga decir, que en estos procesos competitivos también juega un papel
importante la relación riesgo-provecho, de modo que no tiene porqué ganar la
ofertante que financieramente se encuentre en mejor posición, sino la que mayor
riesgo está dispuesta a asumir. Este tipo de circunstancias son las que acercan
el estudio de estas operaciones como ciencia social y no como una ciencia
exacta.
Además de la
valoración y la prima, para determinar el precio total a pagar para adquirir la
compañía, también hay que tener en cuenta los costes de la transacción. Estos
costes se pueden separar entre los resultantes de la ejecución de la operación
y los resultantes tras cerrar la transacción.
Comentarios
Publicar un comentario