Formas de financiación para start-ups
Lluvia, vapor y velocidad - William Turner |
Son varias las
entradas aquí publicadas sobre formas de financiar una empresa, como ésta,
sobre préstamos participativos, que son de gran utilidad para empresas en
crisis. También se pueden ver entradas sobre acuerdos de refinanciación o sobre
el funcionamiento de las entidades de capital riesgo, pero en ninguna se
mencionan conjuntamente las distintas opciones para una start-up.
Evidentemente, los
primeros pasos de una start-up suelen financiarse a través del ahorro propio de
los fundadores, así como el apoyo de familiares y amigos. Al respecto, destaca
la posibilidad de capitalizar el paro para invertirlo en nuevos proyectos. Sin
embargo, estas fuentes son muy limitadas y sólo unos pocos pueden levantar un
proyecto empresarial sin acudir a varias alternativas más.
La segunda
alternativa, en la que ya se requiere una presentación muy cuidada es la
búsqueda de business angels, también llamados angel investors. Esta opción
requiere que el fundador/es cedan parte del capital social al inversor. De
todos modos, a diferencia de otro tipo de inversores como las entidades de
capital riesgo, no suelen buscar un gran porcentaje del capital. Esto significa
que sólo requerirán ciertos derechos de veto y supervisión.
Una tercera vía
pasa por las entidades
de capital riesgo, que buscan proyectos con altas posibilidades de
crecimiento, de igual modo que los business angels, pero a nivel profesional,
no tanto como una segunda actividad como pasa en el caso anterior. En estos
casos los fundadores deberán estar dispuestos a ceder una cantidad relevante de
capital social, y con ello de poder empresarial. Es decir, estos inversores no
sólo requieren de ciertos votos, a menudo también quieren estar representados
en el consejo de administración.
Tanto los business
angels como las entidades de capital riesgo vienen acompañados de
modificaciones estatutarias y de la aprobación de pactos
parasociales.
Otra opción es la
financiación bancaria, pero ya hace años que la única vía para obtenerla es con
garantías reales muy amplias que aseguren el retorno incluso tras subastas
judiciales. También de forma muy limitada pueden servir las vías de
financiación pública, pero nuevamente se trata de una opción muy residual.
A veces también es
interesante la firma de acuerdos de colaboración con empresas mayores que
puedan financiar la start-up. En estos casos de pueden constituir joint
ventures, ya sea con la creación de una nueva entidad o no.
A medida que la
empresa va creciendo puede utilizar distintas formas de financiación no viables
para start-ups, como: reinvertir los beneficios propios, vender partes del
negocio, incrementar el peso de la deuda bancaria, etc.