¿Qué es un Management Buy Out o MBO?

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El Management Buy Out, conocido como MBO, es la forma de adquisición de una empresa por parte del equipo directivo de la propia empresa (ya sea un único directivo, algunos o todos ellos). La práctica habitual en estos casos es que el equipo directivo financie la adquisición, en su mayoría con fondos de terceros, provinentes de financiación bancaria y, especialmente, de entidades de capital riesgo, sin perjuicio de que el propio equipo directivo debe financiar, en casi todos los casos, parte de la transacción con fondos propios.

En contraposición con el MBO, existe el Management Buy In o MBI, en el cual el adquirente es un tercero que reemplaza el equipo directivo preexistente. Sobre los distintos tipos de compraventas de empresa se puede ver la entrada “Clases de compraventas apalancadas”.

Las operaciones de MBO son una alternativa viable especialmente cuando el equipo directivo tiene una percepción más positiva sobre la compañía que los titulares existentes de la misma. Además, son una forma de inversión bien valorada por las entidades de capital riesgo, ya que les permite revitalizar la compañía con directivos que ya conocen el negocio  el sector de primera mano.

La viabilidad de los MBO depende, en gran medida, del plan de negocio (business plan) propuesto por el equipo y aceptado por las entidades que deban respaldar la operación financieramente. Este plan de negocio además de los temas operativos propios de cualquier plan de negocio, además debe incluir el plan financiero que justifique los recursos suficientes para devolver la financiación ajena con el retorno mínimo esperado (para las entidades de crédito un interés determinado y para las entidades de capital riesgo una plusvalía mínima determinada).

Como se puede ver, en las operaciones de MBO, encontramos tres sujetos principales: (i) el propietario de la empresa, (ii) el equipo directivo que desea adquirir la empresa y (iii) el financiador externo (entidad de crédito y/o entidad de capital riesgo). Por lo tanto y, sin perjuicio de otros sujetos clave como los asesores financieros y los asesores legales, el equipo directivo deberá negociar por un lado con los financiadores y, por otro, con los propietarios de la empresa que dirigen.

El inicio de las negociaciones entre el equipo directivo y los propietarios de la empresa es un momento delicado, en tanto puede suponer la pérdida de la confianza de los socios en los administradores. Por ello, estos procesos surgen de conversaciones informales desarrolladas a lo largo de largos períodos de tiempo, o bien, de comunicaciones directas de los propietarios respecto su voluntad de transmitir la empresa o parte de ésta.

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