¿Qué es la legitimación y cómo funciona?


La legitimación es la facultad o derecho atribuido a una persona para reclamar alguna cosa, habiendo una especial relación entre el objeto afectado y la persona que reclama activamente (legitimación activa) por un lado y la que es receptora de dicha reclamación (legitimación pasiva). Por lo tanto, las partes implicadas en un juicio como partes actuarán por legitimación activa o pasiva, según en que lado se encuentren. Además, la mencionada relación proviene de la actuación como titulares o supuestos titulares de un derecho o relación jurídica con el objeto afectado. Dicho objeto afectado en sede judicial es llamado objeto litigioso.
Auto de fe de la Inquisición - Francisco de Goya
La legitimación debe ser acreditada, especialmente en cuanto al demandante se refiere. En caso del demandado debe acreditarla en el escrito de contestación o, en su caso, en el acto de la vista del juicio oral.

En derecho penal español tiene especial relevancia la acción popular, pues se trata de una legitimación activa que no hay en muchos otros Estados. En cambio, en derecho civil, tampoco se permite la acción popular, pues se trata de una posibilidad únicamente contemplada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Una de las cuestiones más importantes sobre la legitimación es el momento en que debe resolverse, pues podría defenderse que se trata de una cuestión procesal previa, pero tal y como defiende tanto la jurisprudencia como la doctrina, debe ser resuelta como elemento de fondo en la sentencia. Al respecto vale la pena ver la STS 702/1999 de 30 julio que dice lo siguiente sobre la legitimación: hay que estimar a la misma como un presupuesto de la cuestión de fondo que tiene que dilucidarse en una contienda judicial que concreta quién o quiénes tienen que ser parte en la misma para que la actividad jurisdiccional produzca todos sus efectos. En otras palabras que la parte procesal sea titular activa o pasivamente del derecho que se estudia en el proceso”.

Tal como dice el TS, para resolver sobre la legitimación hay que entrar a valorar aspectos que sólo pueden ser resueltos tras el juicio, lo que no sería posible si se tuviera que responder antes de entrar con el fondo. Además, debido a su importancia la legitimación debe tener el valor de cuestión de orden público y, por lo tanto, los jueces deben darle especial atención, apreciando de oficio la falta de esta cualidad.

Otro hecho a tener en cuenta es que, a pesar de que cabe la sucesión procesal en ciertos casos, el principio de la perpetuatio iurisdictionis comporta que las partes procesales no pierdan su posición durante el juicio, lo que nos lleva a decir que se da una perpetuatio legitimationis. Es decir, quien está legitimado en el momento de presentarse la demanda lo estará durante todo el procedimiento.

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