Interpretación de la pregunta para el referéndum de Cataluña

La pregunta pactada por CIU, ERC, ICV y CUP deja algunas dudas sobre su interpretación y alcance que se destacarán en esta entrada. La legalidad o ilegalidad de llevar a cabo la consulta no es objeto de esta entrada, simplemente se reflexiona sobre las opciones abiertas desde una perspectiva jurídica o de interpretación literal.
Artur Mas - Presidente de la Generalitat de Catalunya
  • ¿Quiere que Cataluña sea un Estado?   Sí  -  No
  • En caso de respuesta afirmativa ¿Quiere que este Estado sea independiente?   Sí  -  No

La primera pregunta conlleva que la ciudadanía de Cataluña solicite que este territorio, a día de hoy una Comunidad Autónoma, que según la Constitución es una nacionalidad histórica pero sin soberanía propia, pase a tenerla. Que la población de Cataluña sea el sujeto de soberanía significa que posee todas las facultades propias de un Estado.

Una vez cerrado este punto más teórico, la duda es qué consecuencias tendría el sí a la naturaleza jurídica de Estado respecto a Cataluña. Evidentemente, si tras un sí a la primera también ganara el sí a la segunda, el mandato democrático (legal o ilegal, en esto no entramos) sería la separación de Cataluña respecto a España, convirtiéndose en un nuevo Estado plenamente independiente.

Sin embargo, la principal pregunta es ¿Qué pasaría si gana el sí a una Cataluña Estado pero gana el no a una Cataluña independiente?

En este caso el mandato del pueblo es que se reconozca la soberanía del pueblo catalán, de tal modo que los políticos catalanes negocien con el Estado (español). Esta situación supone que el actual encaje de Cataluña en España deba renegociarse, al ser incompatible con el mandato popular (Cataluña Estado no independiente). Las principales opciones serían un Estado federal al estilo de Alemania o EEUU, o bien una confederación “hispánica”, al estilo de Puerto Rico con EEUU (que es un Estado asociado). En la primera el vínculo entre España y Cataluña seguiría siendo bastante estrecho, pero en la segunda los vínculos son muy reducidos e históricamente han tenido poca duración.

Otra consecuencia de la interpretación literal de la primera pregunta, junto a un no a la segunda, es que Cataluña como Estado propio pero no independiente, podría perfectamente pactar con cualquier otro Estado su dependencia y no se estaría contradiciendo la pregunta. Ya sea como Estado asociado a EEUU, Francia, la Unión Europea o quien sea.

Como se puede ver, existen dos puntos claros que son: ¿quieres que Cataluña sea un Estado (catalanes como sujeto de soberanía)? y ¿quieres que Cataluña sea un Estado independiente?

En cambio, ante un sí a Cataluña como Estado pero un no a su independencia, abre muchas opciones posibles que deberían ser nuevamente consultadas al pueblo, ya sea vía parlamentaria (equilibrio parlamentario resultante de las elecciones) o por referéndum directo a la ciudadanía.

Otro punto interesante es que nada se dice sobre la voluntad de formar parte de la UE o no, puede que esta cuestión se deje en manos del equilibrio parlamentario. También sería interesante tratar el tema de la exclusión o no de Cataluña en la UE. La postura mayoritaria a día de hoy es entender que habría que renegociar la inclusión de este nuevo Estado, aunque también es cierto que Cataluña no deja de ser parte de un territorio ya aceptado en la UE a través de la incorporación de España,  y esta “ampliación interna de miembros” no es un tema claro en la normativa comunitaria. Es decir, cabe lugar a numerosas interpretaciones. A ello hay que añadir que la UE debería decidir si los catalanes pierden la ciudadanía comunitaria, algo que tampoco creo que tengan muy claro en Bruselas.

Tanto del proceso escocés como catalán, como también del tratamiento de la crisis iniciada entre finales de 2007 e inicios de 2008, estamos viendo con claridad que la UE es un proyecto en maduración que aún tiene muchas lagunas y preguntas a resolver.