Grecia y su posible salida del euro


Grecia no debe salir del euro y si fuera necesario hacerlo, ya debería estar preparada para ejecutarla antes de verano.

Uno de los problemas principales que frenan la salida del euro es su incertidumbre, sería la primera vez que un Estado miembro abandona la moneda única. Hay una cosa que sí es sabido, los costes de salida son muy altos, tanto que hasta podrían hacer inútil los beneficios ganados mediante una devaluación de la moneda. Además, para reducir el déficit existen otras medidas como una devaluación fiscal o la emisión de eurobonos.

Sin perjuicio de lo comentado sobre la incertidumbre que supondría la salida del euro, lo que sí es previsible es el aumento en los ingresos por el turismo. Una recuperación del dracma permitiría a Grecia vender sus productos y servicios turísticos a precios mucho más bajos que los españoles, italianos, franceses y portugueses. Por lo tanto, si Grecia tiene que salir del euro debería hacerlo antes de junio y tener el dinero listo para circular, pues una salida traumática bloquearía el tráfico monetario y perjudicaría gravemente la economía.

Uno de los principales perjudicados por la salida de Grecia es España, sobretodo si la salida se realiza a durante estos meses en que la economía española esta siendo víctima de la desconfianza, debido a que aún se agravaría más. Esto se materializaría en la prima de riesgo, el aumento de intereses y la sustracción de dinero fuera de los bancos, tanto para guardarlos en metálico como para transferirlos a entidades fuera de España. A esto debemos añadir lo dicho sobre el sector turístico, ya que si se materializa antes de verano, los ingresos del turismo en la península bajarían.

En definitiva, los eurobonos son un instrumento que debería adoptarse antes de que el riesgo de impago termine con la moneda única, en esta entrada ya lo vimos.

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