La mejor manera de desbloquear una sociedad (no siempre)


Bajo mi punto de vista, y como norma general, existe un sistema de doble instancia bastante útil para desbloquear una sociedad cuando hay dos socios que se dividen el capital social en dos partes iguales. Se trata de una mediación previa junto a una deadlock provision en segundo lugar.

Desbloquear una sociedad que tiene los órganos paralizados es muy importante, ya que el art. 363.1 d) del texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, establece que esto será causa legal de disolución. Debemos tener en cuenta que esta paralización tiene que ser irreparable y afectar al fin social, además de venir por problemas en la junta y no el consejo de administración (es decir, el caso de capital social a partes iguales o repartido en dos grupos enfrentados).

En España el uso de las mediaciones es demasiado residual, es posible que durante la presente legislatura esta vía pase a ser obligatoria en ciertos casos, como ya lo es en otros estados como Italia. De hecho, existe la Directiva 2008/52/CE de 21 de mayo de 2008 que obliga a los Estados Miembro a aprobar una ley de mediación. En cuanto a las deadlock provisions estas tampoco es que sean muy habituales.

Esta solución debe establecerse previamente al conflicto. Cuando nos encontremos con el bloqueo lo primero será ir a mediación, con este primer paso se abre un proceso de negociación junto a la intervención de un tercero que intentará poner paz y promover los acuerdos. En caso de no llegar a una solución, y pasado un determinado tiempo pactado, tendremos que utilizar la deadlock provision. Existen muchas clases de desbloqueo. A veces iguales nombres se refieren a distintos métodos. Bajo mi punto de vista, la vía más eficiente es la russian roulette (puede que otros la llamen distinto o con este nombre se refieran a otras cláusulas de desbloqueo). Mediante la russian roulette, primero una de las partes da una cifra que obliga a la otra a vender por ese precio u ofrecer una cantidad más alta que la otra para obligarla a vender si no se vuelve a subir la oferta, y así sucesivamente. Existe otro sistema bastante conocido llamado texas shoot-out en el que ambas partes ofrecen un precio en un sobre cerrado y después se abren a la vez, quien ha puesto una cantidad mayor se queda el negocio por ese precio.

Otras veces las partes deciden establecer una cláusula de sumisión a arbitraje para que éste decida que opción prevalece de las dos que han provocado el bloqueo, pero esta vía produce un claro perjuicio de intromisión. Debemos tener en cuenta que el arbitro es un tercero ajeno al negocio, de manera que no sabrá cual es la mejor opción para la llevanza de la empresa. Dejar las cuestiones empresariales en manos de un arbitro no parece ser una salida adecuada a un problema de administración.

Podríamos comentar los problemas de estas soluciones, pero éste no es el tema que quería comentar ahora.

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